AMPLIACIÓN
El Anfiteatro Cocomarola funcionó durante muchos festivales con ubicaciones precisas de escenario y público, con ingresos dirigidos y pisando el terreno de una manera particular. Hay una memoria de usos y costumbres que pretendemos conservar en la ampliación al nuevo Anfiteatro Cocomarola. La implantación histórica tiene ventajas óptimas en orientación, accesos y pendientes.
Dos edificios enmarcan los límites del nuevo Anfiteatro Cocomarola. Si bien se encuentran separados y son distintos uno del otro, forman una totalidad. Las escalas y la proximidad entre los mismos hacen que, para la gente de las plateas y de la escena, el conjunto se perciba como único.
Un edificio es la tribuna. El otro es la escena. La tensión entre los dos aísla el recinto del exterior produciendo una cápsula viva para la fiesta popular, una gran plaza de la música.
La tribuna tiene terminación en hormigón blanco; la escena, en ladrillo visto. La marcada diferencia en los acabados es una metáfora de los dos protagonistas esenciales del mundo del espectáculo: artista y espectador. Cada edificio tiene características morfológicas especiales y su propia personalidad identificable a golpe de mirada.
TRIBUNA
La estrategia principal para ampliar la capacidad del anfiteatro fue crear una tribuna elevada como puente.
Es una estructura de hormigón armado que sirve para 3000 espectadores sentados. El edificio es cóncavo hacia el escenario; con planta en forma de arco. Se ingresa a él desde cuatro lugares, dos ubicados en las puntas y otras dos escaleras de evacuación adicionales a tercios de la curva. Las gradas están techadas, y todo el edificio, que se encuentra levantado del suelo, es a la vez techo de las últimas diez filas de la platea.
Un espacio intermedio por debajo de las gradas, el lounge, permite alojar las oficinas de prensa y comunicación, sectores interiores de pullman VIP, confitería, locales comerciales y salones alternativos destinados a ser utilizados en convenciones y exposiciones.
Este edificio tribuna funcionará como contenedor de observación. Desde el bulevar José Manuel de Estrada se podrá ver la amplia fachada con sus parasoles blancos y, adentro, imágenes artísticas monumentales de Don Tránsito Cocomarola.
PLATEA
El sector de platea fue reordenado para obtener una planta de 7000 espectadores sentados. Las butacas están dispuestas de manera similar al mapa original, sin hacer movimiento de tierra. El espacio de platea continúa siendo abierto, pero la nueva situación y escala de sus bordes, hace que se perciba como una interioridad a cielo abierto, mejorando sustancialmente la intimidad del anfiteatro.
ESCENA
El edificio de la escena es una gran caja de planta triangular y techo curvo, construida en ladrillo armado. La tecnología a utilizar es similar a la creada por el ingeniero Eladio Dieste en los años sesenta. Funcionalmente el edificio se desarrolla en dos sistemas, el de los trabajadores del espectáculo, y el del espectáculo propiamente dicho.
El espacio de los trabajadores es un edificio escalonado de tres niveles. Está atravesado por una calle que contiene administración, salas de ensayo de música y baile, camarines individuales y grupales, servicios varios y un bar con terrazas en el piso superior. El sector destinado al espectáculo incluye el escenario, hombros y capilla, salas de escenografía, talleres, depósito, puentes y máquinas, con una entrada para camiones. El escenario ha sido ampliado para que la boca pueda tener 20 metros de altura, con una generosa superficie de tarima de 50 por 20 metros, visible para todo el público sentado.
Los ladrillos de fachada están trabados de una forma especial para recrear un efecto de celosía y permitir entrada de luz y aire en los sitios que se necesite. En los lugares ciegos lleva una traba sencilla. La estructura del edificio es de hormigón y el techo es una cáscara de ladrillo armado.
PARQUE LINEAL COCOMAROLA
La presencia a nivel urbano del nuevo Anfiteatro Cocomarola está consensuada en un cartel gigante que lleva el apellido del famoso creador del chamamé, y que se aprecia como una gran fachada curva. Allí se encuentran las boleterías y plaza de acceso al conjunto. La idea es expandir la fiesta popular a las placitas adyacentes sobre la avenida Patagonia, aprovechando esos triángulos urbanos residuales para darles características unificadas en especies locales, mobiliario y solados. Por lo que podríamos encuadrar el proyecto dentro de un plan más amplio denominado Parque Lineal Cocomarola, solidarizando entre sí el diseño de estas placitas en distancia de una cuadra hacia el norte y dos cuadras hacia el sur por Patagonia. De esta manera contemplaríamos posibles vinculaciones con sectores existentes de infraestructura, canchas e instalaciones vecinas al predio, utilizando un mismo criterio identitario para senderos, señalética, iluminación, especies arbóreas y florales que garanticen una lectura secuencial uniforme y sean paisajísticamente agradables desde el punto de vista del espacio público.







